Ahora que estamos en pleno debate sobre "deberes sí o deberes no", me estoy dando cuenta de lo importante que es ser alumno de vez en cuando para seguir aprendiendo como maestro.
He visto lo complicado que es hacer mi trabajo diario, un curso presencial los martes por la tarde y éste sobre Flipped Classroom "en línea".
Claro que, por supuesto, lo que he aprendido estos últimos días es lo difícil que es saber que estás haciendo algo mal cuando sólo te dicen que está mal y no te explican la manera que tienes para corregirlo y hacerlo bien.
Tal vez, yo también cometo estos errores como maestro y les pongo dos o tres ejercicios a mis alumnos, pensando que lo único que tienen importante que hacer es lo que yo les mando, sin tener en cuenta que, además de lenguas, matemáticas y ciencias sociales y naturales; tienen inglés, artística, educación física, instrumento y las extraescolares a las que ellos o sus padres les apuntan y, a menudo puedo llegar a ser demasiado exigente con ellos. Por otra parte, también pienso que, en alguna ocasión también doy por hecho que tienen que saber hacer las cosas porque o ya se han explicado en clase o yo doy por sentado que habrían de conocer cómo se hacen y no les pregunto si de verdad saben hacerlo o, por otro lado, no me ofrezco yo a explicarles de qué manera tienen que hacerlo.
Afortunadamente, siempre está el compañero que puede echar una mano y lo hace.
En fin, estoy contento porque, a pesar de la adversidad y los problemas con los que me he encontrado, siempre se aprende o reaprende algo.
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