Hoy, estando ya más o menos a la mitad del curso sobre Flipped Classroom que estoy haciendo a distancia en el INTEF me planteo esta pregunta. La respuesta es sencilla: o sí o no. No hay
mucho más que rascar.
Pero, claro, los que ya me conocen saben que yo no soy de los que se conforman con responder un monosílabo, sino, más bien, de liar y desliar la madeja hasta que la lleno todo de nudos.
En un primer momento, cuando decidí apuntarme a este curso pensé en aprender a manejar algunas aplicaciones para editar algunos videos, audios y tal y poder preparar mis clases de manera más o
menos audiovisual-digital para que mis alumnos tuvieran un acceso más agradable a lo que yo pretendo que aprendan, teniendo ellos un papel más protagonista y directo.
Al mismo tiempo, yo tampoco estoy convencido en querer pasarme las noches editando videos y audios o realizando presentaciones desde las 9 y media que se acuestan mis hijos hasta que
tenga todo listo para las clases del día siguiente. Y, sobre esto escribía también mi compañero Jordi Martí -creo que justamente ayer. Decía Jordi que no compartía que los docentes tengamos que
pasarnos horas y horas editando nuestro contenido didáctico para las clases porque: 1) nosotros, por muy buenas apps que existan a día de hoy, no estamos -ni tenemos que estar- preparados para
realizar estas labores; nosotros estamos para enseñar, no para crear y editar; y 2) que cualquier cosa que nosotros hagamos notablemente bien, existe un gremio de profesionales que lo realizará
muchísimo mejor que nosotros.
Al final de todo, el tema es que la visión que yo tenía del "Flipped Classroom" es algo que tal vez esté reñido con lo que entiende la mayoría. Yo quería utilizar el FC como algo que me
ayudara a quitarle importancia a los libros de texto y dársela a todos los demás medios de conocimiento (artículos, blogs, webs, audios, vídeos, enciclopedias, libros de consulta...) y ganar así
flexibilidad a la hora de tratar el tema y moldearlo al interés de mis alumnos. Para ello, había pensado en elaborar una especie de guión sobre un tema, con los puntos fundamentales que según mi
experiencia profesional y la ley vigente, deben de tratarse y enlaces a materiales que utilizar para conseguir dichos conocimientos, enlaces que, por supuesto, se podrían ampliar según las
propuestas de mis alumnos y, por qué no, sugerencias de espectadores externos. Por supuesto, que a todo esto añadiríamos un "cuadernillo" en el que ir añadiendo todas las aportaciones, curaciones
y trabajos que puedan ir realizando los alumnos mientras que trabajamos el tema en el aula, e incluso cuando no se trabaja ya, en caso de considerarse relevante.
¿Sería esto "Flipped Classroom"?
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